INTRODUCCIÓN |
Los sensores inductivos son detectores electrónicos de proximidad de piezas metálicas sin necesidad de contacto físico, que se basa en la variación de los campos electromagnéticos. Pueden detectar objetos que se le acerquen tanto axial como lateralmente. La distancia máxima a la que son capaces de detectar un objeto está en torno a los 20 milímetros según el tipo y tamaño de este. Actúan en silencio, sin repercusión ni rebote de contactos físicos, son insensibles a las vibraciones y no presentan inseguridad de contacto debido a acercamientos lentos como puede suceder en sensores o detectores con actuadores mecánicos.
Los sensores inductivos se presentan totalmente encapsulados, lo que los hace muy adecuados para los entornos industriales y al carecer de contactos físicos su duración de vida es muy elevada, ya que solo está sujeta a la durabilidad de los semiconductores, circuitos integrados y componentes pasivos que lo forman.
Los detectores de proximidad pueden transmitir a un sistema de tratamiento de información las condiciones de funcionamiento de una máquina, una cadena, etc., y sus principales aplicaciones suelen ser:
Los sensores inductivos pueden proporcionar una salida proporcional a la distancia del objeto a detectar o funcionar como un interruptor NA (normalmente abierto)o NC (normalmente cerrado).